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martes, 16 de abril de 2013

Jehova impostor

Juan 6:46 Juan 4:24 Dios es espíritu y los que le adorar deben adorar en espíritu y verdad Juan 1:18 a Dios nadie lo vió jamás Colosenses 1:15 porque Dios es invisible Juan 8:55-59 pero vosotros no le conoceis Éxodo 33:20 no me verá hombre y vivirá 1 Timoteo 6:16 él es el Dios invisible a quien ningún humano ha visto ni puede ver, el único que tiene inmortalidad que habita en la luz inaccesiquible 1 Timoteo 1:17 por lo tanto al rey de los siglos, inmortal, invisible Romanos 1:19-20 Dios se manifiesta por medio de la creación En resumen Dios está en todas partes, hasta ahora Nadie lo ha visto y Nadie ha comido con él Isaías 6: 1-5 han visto mis ojos al rey, a Jehová de los ejércitos Génesis 18:1-15 se le apareció Jehová a Abraham en el encinar, Abraham preparó un becerro, con leche y mantequilla y comió con Jehová y sus 3 ángeles; luego Jehová le reclama a Sara por estarse burlando del anuncio que le hizo a ella sobre su futuro embarazo. Génesis 29:26-27 y subió Abraham al lugar donde había estado con Jehová Génesis 21:1-2 Jehová visitó a Sara e hizo Jehová con Sara como había hablado y ella concibió Génesis 32:29-31 Jacob vió a Jehová cara a cara Éxodo 24:10 y vieron al dios de Israel y comieron y bebieron Éxodo 33:11 Moisés habla cara a cara con dios como habla cualquiera a su compañero Génesis 18:1-3 y subieron Aaron, Moisés, Nadan y Abiú y 70 de los ancianos de Israel y vieron al dios de Israel Números 12:6-8 cara a cara hablaré con él Mateo 4:9 y satanás le dijo te daré todos los reinos del mundo si postrado me adoras Éxodo 19:1-12 nube espesa, nube con truenos y altos sonidos como de una bocina 2ª de reyes 2:1-11 un carro de fuego con caballos de fuego Isaías 19:1 he aquí que Jehová “monta” sobre una ligera nube Éxodo 34:1-8 y Jehová “descendió” en la nube Deuteronomio 33 Jehová “cabalga” sobre las nubes Isaías 66:15 he aquí que Jehová vendrá con fuego y sus carros como torbellino Jeremías 4:13 he aquí que subirá como nube y su carro como torbellino más ligero con sus caballos que las águilas No se dejen engañar porque Dios es un espíritu que se manifiesta en la Creación y no en la Destrucción, estos son algunos textos Levítico 26: 27-33 si a pesar de todo eso no me obedecéis, comeréis la carne de vuestros hijos e hijas, amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos y os detestaré 1 Samuel 15:2-3 así dice Jehová de los ejércitos: castiga a Amalec y destruye todo lo que tiene, no te apiades de él, mata a hombres, mujeres y niños, aún los niños de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos. (Esa orden se la dió Jehová a Saúl quien en medio de todo no cumplió a cabalidad las órdenes de Jehová o sino la catástrofe había sido mil veces peor, en su interior intuyó que esa orden violaba el derecho a la vida, incluso Saúl perdonó al rey). 2 Crónicas 36:17 Jehová mandó al rey de los caldeos a que matara a espada a jóvenes en su santuario, sin perdonar a nadie mató a muchachos, vírgenes, ancianos, niños y bebés Ezequiel 9:4-6 Jehová mandó a sus ángeles a poner una marca en la frente a quienes clamaban por las abominaciones que se estaban dando y dió luego la orden de matar sin misericordia ni piedad a jóvenes, niños, bebés, vírgenes, mujeres, ancianos, hasta que no quedara ninguno, mataron a todos a excepción de quienes llevaban la marca en la frente. Noten que dice MARCA en la frente, como la que se menciona en el apocalipsis. Isaías 37:36 y el ángel de Jehová vino al campamento asirio y mató a 185.000 hombres, cuando se levantaron por la mañana no vieron más que cadáveres. 1 Crónicas 21:14 Jehová envió una peste sobre Israel que mató a 70 mil israelitas Jeremías 16:1-4 Jehová le dijo a Jeremías: no te cases ni tengas hijos en este lugar porque las madres que los den a luz y los padres que los engendren morirán cruelmente, no serán llorados ni enterrados, quedarán como estiércol sobre la tierra. Grandes y pequeños morirán en esta tierra y no serán ni llorados ni enterrados Jeremías 19:9 Les haré comer la carne de sus hijos y de sus hijas y se devorarán unos a otros Ezequiel 5:8-9 Haré lo que no he hecho y volveré a hacer, los padres se comerán a sus hijos y los hijos se comerán a sus padres Éxodo 12:1-3 a media noche Jehová hizo morir a todos los primogénitos en Egipto, desde el primogénito del faraón, hasta todos los primogénitos del mundo, incluyendo los primogénitos de los animales Éxodo 12:29 Jehová mata a todos los primogénitos Éxodo 20:5 Yo soy Jehová celoso que visitó la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación

domingo, 14 de abril de 2013

Hijos del Bien e Hijos del mal

 
Los dos tipos de humanos: “La creación de humanos del Padre Celestial y la modificación humana del maligno”:


13:24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
13:25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
13:26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
13:27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
13:28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
13:29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
13:30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

13:35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
Abriré en parábolas mi boca;
Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

13:37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
13:38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
13:39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.
13:40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.
13:41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
13:42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
13:43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

13:47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;

13:48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
13:49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,
13:50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

15:1 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
15:2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.
15:3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
15:4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
15:5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
15:6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
15:7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
15:8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
15:9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

15:13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
15:14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.


En definitiva, están los seres humanos creados por Dios, y los seres humanos modificados genéticamente por el impostor... el diablo, de los cuales con el pasar del tiempo fueron mezclandose entre si, conformando el tipo de humano de la actualidad; siendo la unica forma de salvarse, viviendo por el espíritu y siguiendo y aceptando a Cristo como el verdadero salvador; es la unica forma de hallar la vida eterna y ser participes de la gloria eterna del Padre Celestial. Si bien dijo Jesús vengo a buscar las ovejas perdidas de Israel; vengo a buscar a pecadores, no a justos...
“Si fueran hijos de mi padre me amarían...” puesto que no lo son, deben arrepentirse, y volver con el verdadero Padre.

Otras pruebas que confirman lo dicho anteriormente...

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.

Juan 8:44 Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.

1 Juan 3:8 El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo.

3 Juan 1:11 Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.

Mateo 12:34 ¡Camada de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Juan 8:38 Yo hablo lo que he visto con mi Padre; vosotros, entonces, hacéis también lo que oísteis de vuestro padre.

Juan 8:41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios.

Hechos 13:10 dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?




lunes, 1 de abril de 2013

EVANGELIO CATARO DE PSEUDO-JUAN


Capítulo I – Revelaciones de Jesús sobre Satanás
Y yo Juan, dije: Señor, antes que Satanás cayese, ¿cuál era su gloria cerca de tu Padre?

Y Jesús me contestó: Era una gloria tamaña, que mandaba en las potestades de los cielos. Yo estaba sentado junto a mi Padre, y él mandaba a todos los imitadores de mi Padre. Descendía del cielo al infierno, y subía después desde el infierno hasta el trono del padre invisible. Y fue herido de orgullo por la gloria de quien, como él, dirigía los cielos, y concibió el pensamiento de colocar su residencia por encima de las nubes de los cielos, y quiso ser semejante al Altísimo.

Y, cuando hubo descendido en el aire, dijo al ángel del aire: Ábreme las puertas del aire, y el ángel le abrió las puertas del aire.
Y, descendiendo más abajo, se dirigió al ángel que presidía los cielos, y le ordenó: Ábreme las puertas de los cielos, y el ángel se las abrió.

Y, continuando su camino, encontró toda la faz de la tierra cubierta por las aguas.
Y, descendiendo sobre la tierra, encontró dos grandes peces extendidos sobre las aguas, y que eran como bueyes uncidos en pareja para labrar, los cuales, conforme al mandamiento del Padre invisible, ocupaban toda la tierra, desde la puesta hasta la salida del sol.
Y, cuando descendió más todavía, encontró su ossop, que es el elemento del fuego, y no pudo descender más, a causa de las llamas ardientes que se lo impedían.
Y Satanás retrocedió, y fue hacia el ángel del aire, y hacia el que preside las aguas, y dijo: Todo esto es mío. Si me escucháis y me obedecéis, colocaré mi residencia por encima de las nubes, y seré semejante al Altísimo. Y, quitando las aguas de este firmamento supremo, reuniré los demás lugares del mar, y no habrá agua sobre la superficie de la tierra, y reinaré con vosotros por los siglos de los siglos.
Y, habiendo hablado así a los ángeles, subió hacia los otros ángeles, hasta el quinto cielo, y preguntó a cada uno: ¿Cuánto debes a tu Señor? Y uno contestó: Cien medidas de trigo candeal. Y Satanás repuso: Toma pluma y tinta, y escribe sesenta.
E interrogó a otros: Y tú, ¿cuánto debes a tu Señor? Y uno de ellos, respondió: Cien medidas de aceite. Y Satanás le dijo: Siéntate, y escribe cincuenta.
Y, subiendo hacia todos los cielos, habló así hasta el quinto cielo, lisonjeando a los ángeles del padre invisible.

Y una voz salió del trono del Padre, y dijo: ¿Qué haces, tú que niegas al Padre, y que seduces a los ángeles? Fautor de pecado, cumple prontamente lo que en el pensamiento has concebido.
Entonces el Padre dio órdenes a sus ángeles, diciéndoles: Tomad sus vestiduras. Y los ángeles despojaron de sus vestiduras, de sus tronos y de sus coronas, a todos los ángeles que habían escuchado y obedecido a Satanás.
Capítulo II – Satanás convertido en Demiúrgo
Y yo, Juan, pregunté al Señor: Cuando Satanás cayó, ¿a qué sitio fue a habitar?
Y el Señor me respondió: Mi Padre lo desfiguró a causa de su orgullo, y le arrebató su luz prístina, y su faz se tornó a modo de un hierro enrojecido al fuego, y fue semejante a la del hombre, y, con un solo latigazo de su cola, arrastró a la tercera parte de los ángeles de Dios, y fue lanzado lejos de la sede del Altísimo y de la estancia de los cielos.
Y, al descender en el firmamento, no pudo procurarse ningún reposo, ni para él, ni para los que lo acompañaban.
Y rogó al Padre, diciendo: Ten compasión de mí, y te lo devolveré todo.
Y el Padre tuvo compasión de él, y le concedió reposo, así como a los que lo acompañaban, por espacio de siete días.
Y Satanás se instaló en el firmamento, e imperó en el ángel del aire, y en el ángel del agua. Y éstos levantaron la tierra, la cual apareció arriba, y el ángel que dominaba sobre las aguas recibió una corona. Y con la mitad de ella hizo la luz de la luna, y la luz de las estrellas, y con las piedras hizo todas las milicias de las estrellas.
Y tomó en seguida a los ángeles por ministros suyos, según el orden establecido en la mansión del Altísimo, y creó el trueno, la lluvia, el granizo y la nieve.
Y envió a la tierra a los ángeles, sus ministros. Y mandó a la tierra que produjese todos los volátiles, y todos los reptiles, y los árboles, y las hierbas. Y mandó al mar que produjese los peces y los pájaros del cielo.
Y, reflexionando entre sí, quiso hacer al hombre a su imagen, y ordenó al ángel del tercer cielo que entrase en un cuerpo de barro.
Y, tomando una porción de este cuerpo, hizo otro cuerpo en forma de mujer, y ordenó al ángel del segundo cielo que entrase en el cuerpo de la mujer.

Y los ángeles lloraban, al verse revestidos de una forma mortal y diferente de la que siempre les había correspondido.
Mas él los mandó ejecutar la obra carnal en sus cuerpos de barro, sin que ellos comprendiesen que cometían un pecado.

Y el autor del mal pensó en formar el Paraíso, e introdujo en él al primer hombre.
Y plantó un árbol en medio del Paraíso, y ocultó así su pensamiento, para que los hombres no conociesen su engaño.

Y se aproximó a ellos, y les dijo: Comed de todo fruto que esté en el Paraíso, mas no comáis del fruto del árbol del bien y del mal.

Y el diablo entró en el cuerpo de la serpiente perversa, y sedujo al ángel que tenía forma de mujer, y en su hermano repercutió la concupiscencia del pecado, y cometió su concupiscencia con Eva en el canto de la serpiente.

Y he aquí por qué se llaman hijos del diablo e hijos de la serpiente a los que cometen la concupiscencia del diablo, su padre, hasta la consumación de los siglos.

Y, sin tardanza, el diablo inoculó al ángel que estaba en Adán su veneno y su concupiscencia, que engendraron el hijo de la serpiente y el hijo del demonio, hasta la consumación de los siglos.

Capítulo III – Explicación del Pecado original y redención Cristiana

Y en seguida, yo, Juan, interrogué al Señor, diciendo: ¿Cómo los hombres afirman que Adán y Eva fueron creados por la mano de Dios, y que, puestos en el Paraíso para observar los preceptos, se vieron entregados a la muerte?

Y el Señor me respondió: Escucha, Juan, bien amado de mi Padre. Los hombres ignorantes dicen también en la prevaricación que mi Padre había fabricado cuerpos. Empero ha creado, por el Espíritu Santo, todas las virtudes de los cielos y los santos, a causa de la prevaricación, se encontraron en posesión de cuerpos de barro, y he aquí por qué se vieron entregados a la muerte.

Y de nuevo, yo, Juan, interrogué al Señor, diciendo: ¿Cómo el hombre comienza a existir en espíritu en un cuerpo carnal?

Y el Señor me respondió: Ángeles caídos del cielo pasan a los cuerpos de las mujeres, y reciben la carne de la concupiscencia de la carne. Porque el espíritu nace del espíritu, y la carne de la carne, y así es como se consuma el reinado de Satanás en este mundo y en todas las naciones.

Y me dijo: Mi Padre le ha permitido reinar siete días, que son siete siglos.

Y él me contestó: El diablo, que ha caído de la gloria del Padre, y que ha querido levantar y realzar su propia gloria, envió a sus ángeles, irradiantes de fuego, a los hombres, desde Adán hasta Enoc, su ministro.

Y elevó a Enoc por encima del firmamento, y le mostró su divinidad, y le dio pluma y tinta, para que escribiese sesenta y siete libros, y le ordenó que los trajese a la tierra, y los diese en legado a sus hijos.

Y Enoc obedeció a Satanás punto por punto y, llegado a la tierra, comenzó a instruir a sus hijos en la manera como debían hacerse los sacrificios, y a enseñarles misterios injustos, y ocultaba así a los hombres el reino de los cielos.

Y el diablo le decía: Cree en mí, porque soy tu Dios, y no hay otro Dios que yo.

He aquí por qué mi Padre me ha enviado a este mundo, a fin de que haga conocer a los hombres los perversos designios del diablo.

Y, cuando el diablo supo que había bajado del cielo al mundo, envió a un ángel, y tomó tres lenguas, y las dio, para crucificarme, a Moisés, y yo las conservo aún.

Entonces Moisés anunció a Dios a su pueblo. Y Dios le mandó dar la Ley a los hijos de Israel, y lo condujo por entre la mar desecada.

Y, cuando mi Padre pensó en enviarme al mundo, envió, antes que a mí, a su ángel, llamado María, para que yo fuese recibido en su seno. 

Y, cuando Satanás, el príncipe de este mundo, supo que yo había descendido a él, para buscar y para salvar a los que habían perecido, envió al ángel Elías el profeta, para que, con el nombre de Juan el Bautista, bautizase con agua.

Y Elías interrogó al príncipe de este mundo, diciendo: ¿Cómo podré reconocer que estoy bautizado? Y el Señor repuso: Aquel sobre quien veas descender al Espíritu en forma de paloma, y permanecer sobre él, es el que bautiza en el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, y tú podrás perderlo y salvarlo.

Y yo Juan, de nuevo interrogué al Señor, diciendo: ¿Puede un hombre salvarse por el bautismo de Juan y sin tu bautismo?

Y el Señor me respondió: Nadie puede ver el reino de los cielos, si yo no lo bautizo para la remisión de los pecados por el bautismo del agua, porque yo soy el pan de vida, que ha descendido del séptimo cielo, y los que coman mi carne, y beban mi sangre, serán llamados hijos de Dios.

Capítulo V – Sobre el Juício Final

E interrogué al Señor acerca del juicio, diciéndole: ¿Cuál será el signo de tu llegada?

Y él repuso: Cuando se haya integrado definitivamente el mero de los justos que deben ser coronados, Satanás será libertado de su prisión, y, lleno de cólera, hará la guerra a los justos, los cuales lanzarán grandes gritos hacia el Señor, y éste ordenará al ángel que haga sonar la trompeta.

Y la voz del ángel, al hacer sonar la trompeta, se dejará oír desde el cielo hasta los infiernos.
Entonces el sol se oscurecerá, y la luna no dará ya su luz, y las estrellas caerán, y los cuatro vientos de las cuatro esquinas del mundo serán libertados de sus prisiones, y harán temblar la tierra y el mar y las montañas y las colinas.

Y, muy pronto, el cielo se estremecerá, y los astros quedarán privados de luz, y así continuarán las cosas hasta la hora de cuarta.

Entonces aparecerá el signo del Hijo del hombre, y todos los santos ángeles con él. Y establecerá su sede en las nubes, y en ella se acomodará majestuosamente con los doce apóstoles, unidos sobre los doce asientos de su gloria.

Y se abrirán los libros, y se juzgará la tierra entera a base de la fe que él predicó.
Y el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, los cuales congregarán a sus elegidos de los cuatro puntos del horizonte, y los atraerán a sí desde las cumbres de los cielos hasta su extremidad.

Y el Hijo del hombre reunirá también a todos los malos demonios, para que lo lleven a todas las naciones ante él, y les dirá: Venid, vosotros los que exclamabais: Comamos y bebamos, y recibiremos nuestra recompensa en este mundo.

Y, en seguida, todos los pueblos, llenos de espanto, se presentarán ante el tribunal.

Y los libros de la vida serán abiertos, y todas las gentes manifestarán su impiedad.
Y los justos serán glorificados, y sus buenas obras recibirán honra suprema. Habrá recompensas para los que hayan observado los preceptos evangélicos, y la indignación del Señor, la tribulación y la angustia se apoderarán de los que hayan cometido injusticias.

Y el Hijo del hombre pondrá a los elegidos en medio de los pecadores, y les dirá: Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino que se os ha preparado desde la formación del mundo.

Y dirá a los pecadores: Alejaos de mí, malditos, e id al fuego eterno, que está preparado para el diablo y para sus ángeles. Y los pecadores serán arrojados al infierno, conforme a la orden del Padre invisible.

Y no habrá más que un rebaño y un pastor.

Y Satanás será aprisionado con todo su ejército, y será arrojado al lago del fuego.
Y el Hijo de Dios marchará con sus elegidos por encima del firmamento, y sujetará al diablo con fuertes cadenas que nunca podrán ser rotas.
Y los justos brillarán como el sol, en el reino de su Padre.

Y el Hijo los conducirá ante el Padre invisible, diciendo: Heme aquí, y he aquí a los hijos que Dios me ha dado. El mundo no te ha conocido; pero yo te he conocido en la verdad, porque tú me has enviado.

Y el Padre responderá a su Hijo, diciendo: Hijo mío bien amado, siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus pies a tus enemigos, que te han negado, y que han dicho: Somos dioses, y no hay otros dioses que nosotros. Ellos han matado a tus profetas, y han perseguido a tus justos, y tú los has lanzado a las tinieblas exteriores. y allí serán los lloros y el crujir de dientes.

Y entonces el Hijo de Dios se sentará a la diestra de su Padre, y éste mandará en sus ángeles, y él mandará en sus justos. Y los colocará en los coros de los ángeles, a fin de vestirlos con inmortales vestidos, y les ceñirá coronas que no se marchitarán nunca, y les dará asientos inmutables, y Dios permanecerá en medio de todos ellos. Y no tendrán hambre, ni sed, y el sol no los abrasará, ni sentirán ningún calor. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos, y el Hijo reinará con su Padre santo, y su reino no tendrá fin en los siglos de los siglos.


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