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martes, 18 de febrero de 2014

Dios todo lo conoce.



8. Y en verdad os digo que el hombre, que en la destrucción del mundo será rey sobre todos los órdenes de los pleromas, y aquel que recibirá el misterio del Inefable soy yo.

Más sobre el evangelio de Valentino... leánlo, les será de gran ayuda, junto con la Biblia y otros libros para alcanzar la luz, que es Cristo... y para volver al reino junto con nuestro Padre Celestial.... Amén.

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9. Él conoce el misterio en virtud del cual ha sido hecha la luz y han sido hechas las tinieblas.
10. Y Él conoce el misterio de la creación de las tinieblas de las tinieblas y de la luz de las luces.
11. Y conoce el misterio de la creación del caos y de la del tesoro de la luz.
12. Él conoce el misterio de la creación de la tierra de la luz.
13. Y conoce el misterio de la creación de los castigos reservados a los pecadores, y conoce el misterio de la regeneración del reino de la luz.
14. Y conoce el misterio de por qué los pecadores han sido creados y por qué han sido creados los dominios de la luz.
15. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos los impíos y por qué han sido hechos los santos.
16. Y conoce el misterio de por qué se han hecho las penas para los malvados y por qué han sido hechas todas las emanaciones de la luz.
17. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecho el pecado y de por qué han sido hechos los bautismos y los misterios de la luz.
18. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos los juegos del castigo y los chorros de la luz.
19. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la cólera y de por qué ha sido hecha la paz.
20. Y por qué ha sido hecha la blasfemia y por que han sido hechos los himnos de la luz.
21. Y conoce el misterio de por qué han sido hechas las similitudes de la luz.
22. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la injuria y por qué ha sido hecha la bendición.
23. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la maldad.
24. Y el misterio de por qué ha sido hecha la muerte y de por qué ha sido hecha la vivificación del alma.
25. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos el adulterio y el engaño y de por qué ha sido hecha la pureza.
26. Y conoce el misterio por el que ha sido hecha la gratitud y por el que ha sido hecha la ingratitud.
27. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos el orgullo y la soberbia y de por qué han sido hechas la humildad y la dulzura.
28. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecho el llanto y por qué ha sido hecha la risa.
29. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la maledicencia y por qué ha sido hecho el discurso provechoso.
30. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la obediencia y por qué ha sido hecha la resistencia.
31. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la murmuración y por qué han sido hechas la sencillez y la humildad.
32. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la fuerza y de por qué ha sido hecha la debilidad.
33. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la pobreza y de por qué ha sido hecha la opulencia.
34. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la dominación y por qué ha sido hecha la esclavitud.
35. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la muerte y de por qué ha sido hecha la vida.


Jesús sigue explicando a sus discípulos los misterios del Inefable


XXXVI 1. Y cuando Jesús hubo dicho estas palabras a sus discípulos, ellos quedaron muy gozosos de lo que les había comunicado.
2. Y Jesús siguió hablando, y les dijo: Queridos discípulos míos, escuchad lo que os digo del conocimiento completo de los misterios del Inefable.
3. El misterio del Inefable conoce por qué ha sido hecha la severidad y por qué ha sido hecha la misericordia.
4. Conoce por qué han sido hechos los reptiles y por qué deben ser destruidos.
5. Y conoce por qué han sido hechos los animales y por qué deben ser destruidos.
6. Y conoce por qué han sido hechos los rebaños y por qué han sido hechos los pájaros.
7. Y conoce por qué han sido hechas las montañas y por qué lo han sido las piedras preciosas que hay en ellas.
8. Y conoce por qué ha sido hecha la materia del oro y por qué ha sido hecha la materia de la plata.
9. Y por qué ha sido hecha la materia del aire y por qué ha sido hecha la materia del hierro.
10. Y por qué ha sido hecha la materia del plomo y por qué ha sido hecha la materia del vidrio y por que ha sido hecha la materia de la cera.
11. Y conoce por qué han sido hechas las plantas y por qué han sido hechas sus materias.
12. Y conoce por qué han sido hechas las aguas de la tierra y todas las cosas que en ellas hay.
13. Y por qué la tierra misma ha sido hecha.
14. Y por qué han sido hechos los mares y por que han sido hechos los animales que habitan los mares.
15. Y conoce por qué ha sido hecha la materia del mundo y por qué debe ser destruida.
16. Y Jesús siguió hablando, y dijo a sus discípulos: Compañeros, discípulos y hermanos míos.
17. Recogeos cada uno en vuestro espíritu, para que obedezcáis a mi palabra y recojáis cuanto os voy a decir.
18. Porque a partir de ahora, continuaré hablándoos de todas las ciencias del Inefable.
19. Porque Él conoce el misterio de por qué ha sido hecho el oriente y por qué ha sido hecho el occidente.
20. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecho el mediodía y por qué ha sido hecho el septentrión.
21. Y conoce el misterio de la creación de los demonios y de la creación del género de los hombres.
22. Y conoce el misterio de la creación del calor y de la creación de la brisa.
23. Y conoce el misterio de la creación de las estrellas y de la creación de las nubes.
24. Y conoce el misterio de por qué la tierra es profunda y de por qué las aguas vienen a su superficie.
25. Y conoce el misterio de por qué la tierra es árida y de por qué la lluvia cae sobre ella.
26. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la sequía y por qué ha sido hecha la fertilidad.
27. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la helada y por qué el rocío.
28. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecho el polvo y de por qué ha sido hecho el frescor.
29. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecho el granizo y de por qué ha sido hecha la nieve.
30. Y conoce el misterio de por qué se ha hecho la tempestad que se remonta y el viento que se calma.
31. Y conoce el misterio de por qué se ha hecho el ardor del calor y de por qué se han hecho las aguas.
32. Y conoce el misterio de la creación del viento del norte y del viento del sur.
33. Y conoce el misterio de la creación de las estrellas del cielo y de los astros, y de todas sus revoluciones.
34. Y conoce el misterio de la creación de los archones de las esferas, y de las esferas, y de todas sus regiones.
35. Y conoce el misterio de la creación de los archones de los eones y de la creación de los eones.
36. Y conoce el misterio de la creación de los archones que presiden los suplicios, y de la creación de los decanos.
37. Y conoce el misterio de los ángeles y de la creación de los arcángeles.
38. Y conoce el misterio de la creación de los señores y de la creación de los dioses.
39. Y conoce el misterio de la creación del odio y de la creación del amor.
40. Y conoce el misterio de la creación de la discordia y de la creación de la reconciliación.
41. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la avaricia, y la renunciación a todo, y el amor.
42. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la gula y de por qué ha sido hecha la saciedad.
43. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la impiedad y por qué ha sido hecho el amor a Dios.
44. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos los guardianes y por qué han sido hechos los salvadores.
45. Y conoce el misterio de por qué han sido hechas las tres potencias y por qué han sido hechos los invisibles.
46. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos los antepasados y por qué han sido hechos los puros.
47. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos los presuntuosos y por qué han sido hechos los fieles.
48. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecho el gran triple poder y por qué ha sido hecho el gran antepasado de los invisibles.
49. Y conoce el misterio de por qué ha sido creado el decimotercero eón y por qué han sido creadas las regiones que pertenecen al medio.
50. Y conoce el misterio de por qué han sido hechos los ángeles del medio y las vírgenes de la luz.
51. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la tierra de la luz y por qué ha sido creado el patrimonio de la luz.
52. Y conoce el misterio de por qué han sido creadas las regiones de los guardianes de los que están a la derecha y por qué han sido hechos sus jefes.
53. Y conoce el misterio de por qué han sido hechas las puertas de la vida y de por qué ha sido hecho Sabaoth el bueno.
54. Y conoce el misterio de por qué ha sido hecha la región de los que están a la derecha y de por qué ha sido hecha la tierra de luz, que es el tesoro de la luz.
55. Y conoce el misterio de por qué han sido hechas las emanaciones de la luz y por qué han sido hechos los doce salvadores.
56. Y conoce el misterio de por qué han sido hechas las tres puertas del tesoro de la luz y por qué han sido creados los nueve guardianes.
57. Y Él conoce también el misterio relativo al por qué han sido creados los salvadores gerudos y por qué han sido hechos los tres amén.
58. Y conoce el misterio de cómo han sido hechos los cinco árboles, y cómo han sido hechos los siete amén.
59. Y conoce el misterio de cómo ha sido hecha la mezcla que no existía, y de cómo ha sido purificada.


Jesús contesta a una nueva observación de María Magdalena


XXXVII 1. Y dijo luego Jesús: Esforzaos todos vosotros en comprender.
2. Y procurad tener en vuestro interior la fuerza de luz precisa para someteros.
3. Porque desde ahora os hablaré de las regiones que habita la verdad del Inefable y de cómo esos parajes son.
4. Y al oír los discípulos estas palabras, quedaron silenciosos.
5. Y María Magdalena se adelantó y se prosternó a los pies de Jesús.
6. Y los adoró, llorando, y dijo: Ten piedad de mí, Señor.
7. Porque mis hermanos se han conturbado cuando has dicho que les ibas a dar conocimiento del misterio del Inefable, y por eso han guardado silencio.
8. Y Jesús tranquilizó a sus discípulos.
9. Y les dijo: No temáis no poder comprender los misterios del Inefable.
10. Porque os digo en verdad que este misterio está en vosotros y en todo el que os obedezca.
11. Y en verdad os digo que, para todo el que se consagre a Dios y renuncie al mundo y a lo que en él se halla, este misterio es más sencillo que todos los misterios del reino de la luz, y más fácil de comprender que cualquiera de ellos.
12. Porque aquel que renuncie a este mundo y a sus afanes entrará en conocimiento de este misterio.
13. Y por eso os he dicho: Y quienquiera que sufra bajo las fatigas del mundo y trabaje bajo su peso que venga a mí y yo le daré el reposo.
14. Porque mi fardo es ligero y mi yugo suave.

Jesús explica el modo de alcanzar los misterios de la luz

XXXIX 1. Jesús prosiguió hablando. 

2. Y dijo a sus discípulos: Cuando yo venga en la luz para predicar a todo el mundo, decidles: No dejéis noche ni día de buscar hasta que hayáis encontrado los misterios del reino de la luz.
3. Porque ellos os purificarán y os llevarán al reino de la luz.
4. Y decidles: renunciad al mundo y a cuanto hay en él.
5. Y a todas sus sevicias, y a todos sus pecados, y a todas sus gulas.
6. Y a sus discursos todos, y a cuanto hay en él, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
7. Y para que seáis preservados de los suplicios reservados a aquellos que se han separado de los buenos.
8. Y decidles: Renunciad a la murmuración, para que seáis preservados del ardor de la boca del can.
9. Y decidles: Renunciad a la obediencia, para que seáis librados del ardor de la boca del can.
10. Decidles: Renunciad al juramento, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
11. Y para que seáis librados de los suplicios de Ariel.
12. Decidles: Renunciad a la lengua embustera, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
13. Y para que seáis preservados de los ríos ardientes de la boca del can.
14. Decidles también: Renunciad a los falsos testigos, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
15. Y para que seáis librados y preservados de los ríos ardientes de la boca del can.
16. Decidles: Renunciad al orgullo y a la vanidad, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
17. Y para que seáis preservados de los abismos de fuego de Ariel.
18. Y decidles: Renunciad al amor propio, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
19. Y para que seáis salvados de los suplicios del infierno.
20. Renunciad a la elocuencia, para que seáis dignos de la luz.
21. Y para que seáis preservados de las llamas del infierno.
22. Renunciad a los malos pensamientos, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
23. Y para que se os preserve de los tormentos del infierno.
24. Renunciad a la avaricia, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
25. Y para que se os libre de los arroyos de humo de la boca del can.
26. Renunciad al amor del mundo, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
27. Y para que seáis salvados de las vestes de pez y de las llamas de la boca del can.
28. Renunciad a las rapiñas, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
29. Y para que seáis preservados de los arroyos de Ariel.
30. Renunciad a las malas palabras, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
31. Y para que seáis salvados de los suplicios del río de humo.
32. Renunciad al engaño, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
33. Y para que seáis preservados de los mares de fuego de Ariel.


Jesús continúa predicando a sus discípulos


XL 1. Renunciad a la crueldad, para que seáis dignos del misterio de la luz.
2. Y para que seáis preservados de los suplicios de las fauces de los dragones.
3. Renunciad a la cólera, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
4. Y para que seáis librados de los ríos de humo de las fauces de los dragones.
5. Renunciad a la desobediencia, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
6. Y para que seáis preservados de Jaldabaóth y de los ardores del mar de fuego.
7. Renunciad a la cólera, para que seáis dignos del misterio de la luz.
8. Y para que seáis preservados de los demonios de Jaldabaôth y de todos sus suplicios.
9. Renunciad al adulterio, para que seáis dignos del misterio de la luz.
10. Y para que seáis preservados del mar de azufre y de la fauce de león.
11. Renunciad a los homicidios, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
12. Y para que seáis preservados del archón de los cocodrilos, que es la primera de las criaturas que están en las tinieblas exteriores.
13. Renunciad a las obras perversas e impías, para que seáis dignos del misterio de la luz.
14. Y para que seáis preservados de los archones de las tinieblas exteriores.
15. Renunciad a la impiedad, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
16. Y para que seáis preservados del llanto y del rechinar de dientes.
17. Renunciad a los envenenamientos, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
18. Y para que seáis salvados de la gran helada y el granizo de las tinieblas exteriores.
19. Renunciad a las blasfemias, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
20. Y para que seáis defendidos contra el gran dragón de las tinieblas exteriores.
21. Renunciad a las malas doctrinas, para que seáis dignos de los misterios de la luz.
22. Y para que seáis preservados de todos los suplicios del gran dragón de las tinieblas exteriores.
23. Y decid a quienes predican y a quienes escuchan malas doctrinas: ¡Malhaya vosotros!
24. Porque si no os arrepentís de vuestra malicia, caeréis en los tormentos rigurosísimos del gran dragón y de las tinieblas exteriores.
25. Y nada en el mundo os rescatará hasta la eternidad.
26. Sino que seréis sin existencia hasta el fin.
27. Y decid a quienes descuidan la doctrina de la verdad del primer misterio: ¡Malhaya vosotros!
28. Porque los suplicios que habéis de experimentar superarán a los que experimenten los demás hombres.
29. Y permaneceréis entre la nieve, en medio de los dragones, en las tinieblas exteriores.
30. Y nada podrá rescataros hasta la eternidad.
31. Y decidles: Amad a todos los hombres.
32. Para que seáis dignos del misterio de la luz y para que os elevéis en el reino de la luz.
33. Sed dulces, para que podáis recibir el misterio de la luz y elevaros al misterio de la luz.
34. Asistid a los pobres y a los enfermos, para que os hagáis dignos de recibir el misterio de la luz y os podáis elevar al reino de la luz.
35. Amad a Dios, para recibir el misterio de la luz y llegar al reino de la luz.
36. Sed caritativos, para que recibáis el misterio y lleguéis al reino de la luz.
37. Sed santos, para recibir el misterio de la luz y elevaros al reino de la luz.
38. Renunciad a todo, para ser dignos del misterio de la luz y elevaros al reino de la luz.
39. Porque éstas son las vías de los que se hacen dignos del misterio de la luz.
40. Y cuando halláis hombres que renuncien a cuanto constituye el mal y practiquen lo que yo digo, transmitidles los misterios de la luz, sin ocultarles nada.
41. Y cuando fuesen pecadores, y cometiesen los pecados y faltas que os he enumerado, dadles también los misterios, para que se conviertan y hagan penitencia, y no les ocultéis nada.
42. Porque yo he traído los misterios a este mundo para remitir cuantos pecados han sido cometidos desde el principio.
44. Y por eso os he dicho que no he venido para llamar a los justos.
45. Yo he traído los misterios para remitir los pecados de todos, y para que todos sean llevados al reino de la luz.
46. Porque estos misterios son un don del primer misterio para borrar los pecados de todos los pecadores.

Para más información acerca de lo transmitido, leer el evangelio gnóstico de San Valentino.


Porque la sabiduría es verdadera... y pura, de Cristo y para todos los que se arrepientan y quieran enderezar sus sendas... Amén :)



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