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domingo, 15 de julio de 2012

El Engaño: LA IGLESIA.


TESALONICENSES:



Lo que la gente dice: LA BIBLIA ESTÁ ESCRITA POR HOMBRES… LA VERDAD ES QUE…

2:13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.



LA VERACIDAD DE LOS APÓSTOLES Y SU APROBACIÓN POR DIOS:



2:3 Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño,

2:4 sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.

3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.



AMAR AL PROJIMO Y A NUESTROS ENEMIGOS:



3:12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros,



PARA LOS CREYENTES Y LOS QUE NO, A SEGUIR:



3:11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros.

4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  

4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

5:8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.

5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

5:19 No apaguéis al Espíritu.

5:20 No menospreciéis las profecías.

5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno.

5:22 Absteneos de toda especie de mal.  

5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

5:24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

5:25 Hermanos, orad por nosotros.



CREYENTES MANTENGANSE FIRMES Y NO SEAN ENGAÑADOS:



2:1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,

1:10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron

2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

2:3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

2:4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

2:7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

2:12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

1:9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,

2:15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

2:16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,

2:17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

3:2 y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.

3:3 Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.

3:5 Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.


TIMOTEO

ACERCA DE LA IGLESIA Y SU ENGAÑO:


1:4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.

1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

1:6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería,

1:7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.  

1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;

1:9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 

3:1 Si alguno anhela obispado, buena obra desea.

3:2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;

3:3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;

3:4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad.

4:1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;

4:2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,

4:3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.

4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.

6:3 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,

6:4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,

6:5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.

6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;

6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

6:15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,

6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.


ACERCA DE LA CIENCIA:


6:20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia,

6:21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe.


EL APOSTOL QUE PECO ANTES DE SER DE DIOS:


1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

1:16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.

1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

2:1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;

2:3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,

2:4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

2:6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

EN CUANTO A LAS MUJERES QUE ES AGRADO DE DIOS:


2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,

2:10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.


LAS COSAS COMO SON:


2:11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;

2:12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará.

2:13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.

2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

2:20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.

2:23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.

2:24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;

2:25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,

2:26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

3:1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

3:2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

3:3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,  

3:4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

3:5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella

3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;

3:13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 

3:14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;

4:1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,

4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,

4:4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.



TITO

MÁS SOBRE EL ENGAÑO: LA IGLESIA.


1:10 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión,

1:11 a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.

1:14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.

1:15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.

1:16 Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.

2:7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,

2:8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.

3:3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

3:4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,

3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

3:6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,

3:7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

3:10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,

3:11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.


Gracias por leer...

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